26 ago 2010

CLARIN SIGUE PERDIENDO


La banda chancha

Por Fabián Rodríguez

El Gobierno puso fin a una grosera irregularidad y sectores de la oposición salieron a criticar. La multitudinaria marcha en defensa de la empresa que convocaban los medios del Grupo fue un fiasco. Manipulaciones, extorsión y negocios sucios.Según lo dispuesto por el Ministerio de Planificación Federal de la Nación, a través de la Secretaría de Comunicaciones, la empresa Cablevisión, propiedad del Grupo Clarín, deberá dejar de brindar en un plazo que no exceda los noventa días, los servicios de Transmisión de Datos, Aviso a Personas, Videoconferencia, Transporte de Señales de Radiodifusión, Radioeléctrico de Concentración de Enlaces, Telefonía Local y Telefonía Pública.

El motivo por el cuál la autoridad de aplicación ha dispuesto esta medida, es que la empresa subsidiaria de Cablevisión que prestaba el servicio, la archiconocida FiberTel, no contaba con la licencia necesaria para ser proveedora de dichos servicios. Suena increíble, pero es así. Hay documentos que prueban esta situación y dejan a la vista el manto de precariedad jurídico que cubría las operaciones de FiberTel y Cablevisión.

A grandes rasgos, la medida se sustenta en que el grupo accionario que manejaba las empresas Cablevisión y FiberTel decidió hace un par de años que la primera absorbiera completamente a la segunda. Dicha “fusión” empresarial, dejó en un limbo administrativo y legal a los más de un millón de usuarios que habían elegido a FiberTel como proveedor de Internet, ya sea porque al momento de decidir no tenían otra opción, o porque las otras opciones eran peores (N. del Autor: el 90 por ciento de los usuarios domiciliaros de Internet en nuestro país coinciden en señalar que ningún servidor es “bueno”, y que muchas veces, el servicio con el que se cuenta se eligió por descarte).

Sin siquiera esperar la aprobación de la disolución de FiberTel por parte de la Autoridad de aplicación correspondiente, los dueños de Cablevisión hicieron de cuenta que “acá no había pasado nada”, y siguieron operando en nombre de FiberTel.

¡Hasta el gobierno de Mauricio Macri les echó flit! Una cosa de locos, diría el lenguaje de la gente de a pie.

Más allá de las presiones mediáticas y económicas, y del juego decadente al que se ha prestado la oposición política en el Congreso de la Nación para no perder la costumbre, lo cierto es que el gobierno nacional no tiene tradición de dar marcha atrás en este tipo de medidas. Ergo, el millón y pico de abonados a banda ancha que tiene FiberTel deberán migrar a otra empresa prestataria en los próximos noventa días.

FUENTE: REVISTA ZOOM