18 may 2011

LA REFORMA POLÍTICA Y LA OPOSICIÓN

¿Por qué se bajan los candidatos opositores?



Por Lucas Carrasco

El ordenamiento definitivo de la grilla de candidatos está por darse. Mientras tanto, ocurre en paso de comedia el choque entre la lógica corporativa mediática y la realidad política ordenada jurídicamente.


En los aprestos, la reforma política mostró su eficacia para dotar a las organizaciones políticas de mayor autonomía –y consecuente independencia relativa de los poderes de facto- y señalar el rumbo de ese deber ser partidario en el que existen amplios consensos (la ley de reforma políticas fue transversalmente votada)

No es muy complicado de entender: la construcción de partidos políticos municipales deriva en proyectos municipales, aunque la imaginación frondosa de un Macri o un Solanas, incentivada con astucia por Héctor Magnetto les hayan hecho creer otra cosa. Al final, no “medían”. En Ibope.

La lógica corporativa pretende la confrontación permanente, una especie de trotskismo de derecha que, al igual que Altamira, disocia el principio de realidad del vocabulario incendiario. Elisa Carrió es quien mejor encarna este espacio de alineamiento incondicional con las corporaciones concentradas. Pero lo encarna no sólo por su capacidad dramática y los atributos de delirio místico e inusitada agresividad, sino fundamentalmente por que renuncia a la posibilidad de gobernar. Así, entonces, la lógica corporativa –que en el fondo quiere un gobierno mínimo, afecto a sus intereses- tiene su correlato electoral, hoy muy a la baja.
Distinto es el caso de quienes se propongan administrar los conflictos realmente existentes, desde el estado y desde la política.

La caída en desgracia por falta de medición –en Ibope- de Sanz y Cobos, revela este cambio cultural profundo en el que El Hijo De alfonsín se desenvuelve mejor. En buena medida por que al igual que el padre, le interesa el partido político al cual pertenece.

La formación del tablero político se completa con expresiones marginales del peronismo de derecha y con el rejunte gerencial de universitarios de vacaciones por el sueño revolucionario, que por alguna razón extraña invocan el nombre de Trotski para legitimar su profesión.

Mientras tanto, las corporaciones concentradas se resignan al nuevo escenario y meten un microscopio en el interior del Frente para la Victoria.

Los previsibles escamoteos y tensiones pre armado de listas y pre posicionamiento de cara a los 4 años por venir, marco en el cual nadie discute el liderazgo de Cristina Kirchner en el FPV, se magnifican invocando fantasmas de ingobernabilidad que, como una calesita, desdibujan al Hijo De alfonsín, cuyo punto débil es justamente la gobernabilidad.

El choque de lógicas -la legal, que expresa de manera inestable y cambiante relaciones de fuerza socialmente complejas, pero que a la vez fija un marco para su evolución; y la lógica corporativa, conducida por el Grupo Clarín- explica la caída de columnistas televisivos como Mario Das Neves, Mauricio Macri, Carlos Reutemann, Pino Solanas, Ernesto Sanz, Julio Cobos, Felipe Solá, Eduardo Duhalde, Alberto Rodríguez Saá, Raúl Castell, Francisco De Narváez, Alfredo De Angelli, Hermes Binner, de los sueños de ser candidatos presidenciales.