28 jun 2011

ELECCCIONES PRIMARIAS OBLIGATORIAS 2011

Es la economía… y mucho más


Una lectura del mapa político-electoral conformado en Argentina de cara a los comicios generales de octubre. Un escenario definido por reconocimientos, sorpresas y contradicciones.

Por Natalia Brite

“Como si fuera una entrega de premios”, dijo, ponzoñoso, el diario La Nación. Lo cierto es que la jefa de Estado de Argentina, Cristina Fernández, anunció el martes 21 de junio que se sometería una vez más a la voluntad popular y se constituyó en la candidata presidencial más esperada del escenario previo a las elecciones de octubre próximo.

El diario miembro de la oligarquía argentina aludía a una imagen de premiación en relación al anuncio que hizo la mandataria el sábado 25 de junio sobre quién sería su compañero en la fórmula presidencial. Se trata de Amado Boudou, actual ministro de Economía, y esto comenzó a quedar claro en el discurso que hizo Cristina Fernández desde la residencia presidencial cuando repasó solo algunos –porque con eso era más que suficiente- de los datos positivos y distintivos de la economía argentina de los últimos años, más que próspera, en un escenario mundial de fuerte crisis.

Estuvo acompañada por gobernadores, legisladores nacionales, todo el gabinete de ministros y otros funcionarios, Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, artistas y hacedores de la cultura en general, dirigentes sindicales, entre muchos otros. "Necesito alguien a mi lado que no les tenga miedo a las corporaciones ni a los preconceptos", dijo la presidenta luego de anunciar la candidatura de Boudou.

Sin necesidad de decir su nombre, la decisión de Cristina Fernández se cristalizó cuando reconoció que quien la acompañaría, además de diferenciarse del actual vice presidente opositor Julio Cobos por su “lealtad y valentía”, fue el artífice de una de las medidas fundamentales en su gestión: la reestatización de los fondos previsionales. Esa medida que logró ordenar y reconducir una importantísima cantidad de dinero en función de una política redistributiva.

Las anteriores Administradoras Federales de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) privadas manejaban con lógica financiera y especulativa los fondos de la seguridad social. A partir de la reestatización de 2008, cuando Boudou aún se desempeñaba en la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), los dineros aportados por los trabajadores en Argentina se derivaron en inversiones productivas y medidas revolucionarias por su alcance y equidad como la Asignación Universal por Hijo.

Lo importante no “son las ideas que se tuvieron desde siempre”, expresó la presidenta, sino “saber cambiar cuando el mundo cambia” y hace falta. Así fundamentó la elección como compañero de fórmula de un economista formado en la lógica del modelo neoliberal y que incluso militó esas ideas; pero que en momentos clave de la internacionalmente reconocida recuperación argentina fue ideólogo, motor y defensor de las medidas económicas que signan el proyecto nacional y popular que el próximo 23 de octubre, según las encuestas, sería revalidado por las mayorías en las urnas.

Otra de las cualidades que expresa el actual ministro de Economía es su juventud. Tiene 47 años y engloba, a grandes trazos, la voluntad expresada por la presidenta de constituirse ella en “un puente entre las nuevas y las viejas generaciones” de dirigentes políticos. En esa misma línea, se sostiene la confianza que la mandataria depositó en otro de los actores clave del modelo argentino: Gabriel Mariotto, actual titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y referente de la Corriente por una Comunicación Nacional y Popular (CCNP) – Casas Compañeras.

El funcionario, que también enfrentó a las corporaciones al impulsar con decisión y coraje la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, es el candidato a vice gobernador de la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, encabeza la lista a senadores nacionales en esa provincia. Se trata de otro de los dirigentes con mayor exposición en la defensa de las políticas de Estado.

Las otras candidaturas

Al cierre de los plazos legales para presentar las listas de candidatos nacionales, quedaron constituidas ocho fórmulas presidenciales. Además de la opción del gobernante Frente para la Victoria que postula a Cristina Fernández-Amado Boudou, los argentinos y argentinas podrán elegir entre las siguientes alternativas, todas ellas enmarcadas en el confuso y disperso arco de la variopinta oposición.

La Unión para el Desarrollo Social (Udeso) promueve al diputado nacional Ricardo Alfonsín –hijo del ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989)-, quien estará secundado por el economista Javier González Fraga, ex funcionario de Carlos Menem (1989-1999). Se trata de un acuerdo entre la Unión Cívica Radial y un sector del autodenominado “peronismo disidente”, y que fue rubricado en un cónclave del candidato presidencial con Francisco De Narváez, uno de los propietarios del multimedios América.

El denominado Frente Amplio y Progresista (FAP) lleva como candidato a presidente al actual gobernador de Santa Fe, el socialista Hermes Binner. Como vice presidenta promueve a la senadora por Córdoba, la periodista Norma Morandini, quien como legisladora nacional rechazó medidas de neto corte popular propuestas por el Ejecutivo como la regulación de retenciones a las exportaciones, la estatización de los fondos previsionales y la ley de medios de la democracia.

El partido Proyecto Sur debía formar parte del FAP, pero las disputas intestinas que dominan a la oposición derivaron en un nuevo frente, cuya candidata presidencial es la diputada nacional y socióloga Alcira Argumedo, secundada por el diputado porteño Jorge Cardelli. Del acuerdo también participan el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST) y el Partido Comunista Revolucionario (PCR), ambos activos partícipes del lock out patronal agrario de 2008.

Bajo el mote de Frente Popular se presentan los candidatos Eduardo Duhalde y Mario Das Neves. El primero pasó de senador nacional a presidente en un día tras la crisis integral del año 2001. Bajo su breve mandato (2002-2003) ocurrieron, entre otros datos relevantes, los asesinatos de los dirigentes sociales Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. El segundo, es el actual gobernador de la provincia de Chubut y está sospechado de promover un fraude electoral en momentos de realizarse, dos meses atrás, los comicios provinciales que le dieron una ínfima ventaja al candidato que él impulsaba.

La Coalición Cívica-ARI (CC-ARI) insiste, por tercera vez consecutiva, con la candidatura de Elisa Carrió, ampliamente conocida por sus “vaticinios” incumplidos y sus denuncias infundadas. La acompaña en la fórmula el diputado nacional Adrián Pérez.

El Frente Compromiso Federal postula a Alberto Rodríguez Saá, gobernador de la provincia de San Luis, continuador del gobierno de su hermano y miembro del “peronismo disidente” de Eduardo Duhalde. Ambos comenzaron una disputa en elecciones internas poco concurridas, pero de inmediato se materializó una ruptura y conformaron fórmulas diferenciadas. Está acompañado por el ex gobernador de Santa Fe, José María Vernet.

Finalmente, se presente el Frente de Izquierda compuesto por diversos sectores del trotskismo entre los que se destacan el Partido Obrero y el Partido de los Trabajadores Socialistas. Los candidatos son el experimentado Jorge Altamira y el sociólogo Christian Castillo como candidatos a presidente y vice. Este espacio se diferencia del resto del arco opositor por su convicción de que todos los demás son espacios constituyen un bloque que sostiene al decadente sistema capitalista. Sin embargo, representa una opción legítima para el histórico electorado dispuesto a votar este tipo de alternativas.

El próximo 14 de agosto, en cumplimiento de la nueva ley electoral, se realizarán las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, mediante las cuales la ciudadanía decidirá con su voto cuáles de las 8 fórmulas presidenciales participarán de los comicios de octubre. Accederán a esa instancia aquellas alternativas que superen el 1,5 por ciento del padrón electoral del país.

FUENTE: APAS