18 nov 2011

EL DÍA DE LA MILITANCIA

Perón, el fin del exilio

Por Claudia Román


De la Agencia Telam. El 17 de noviembre de 1972 el General Juan Domingo Perón retornaba a la Argentina. La consigna "Perón vuelve" se transformó en realidad de la mano de miles de personas que se movilizaron a Ezeiza para darle la bienvenida.


Fueron exactamente 6.268 días de exilio los que viviera el General Juan Domingo Perón desde aquella mañana del 20 de septiembre de 1955, cuando se vio obligado a dejar Argentina en la cañonera paraguaya que lo iniciaría en un viaje que duró casi dos décadas.

En el país la violencia era latente e iba en aumento. El plan de desperonizar la nación fue puesto en marcha mucho antes del fatídico bombardeo a la Plaza de Mayo del 16 de junio de 1955. Se amplificaba y profundizaba la dicotomía peronistas-antiperonistas (gorilas). El acercamiento entre ambos sectores se planteaba como inverosímil y hasta improcedente.

La salida posible era el retroceso de un sector en detrimento de sus propios intereses para intentar conseguir y consolidar la ansiada armonía social.

El golpe de Estado perpetrado por la autodenominada "Revolución Libertadora" en septiembre de 1955 dejó como saldo, entre los meses de junio y septiembre, la muerte de aproximadamente 2000 personas, entre civiles y militares.

Con un gobierno de facto y el exilio obligado del líder del movimiento nacional peronista, los sectores adversos al mismo creyeron que volverían a restaurar la vida social tal cual era antes de la llegada del justicialismo.

Fueron numerosos y variados los intentos por borrar de la memoria histórica de los argentinos a Perón y a Evita, pero el vínculo entre el líder y los incondicionales seguidores se había tornado indestructible, inquebrantable.

La obtención de derechos laborales (vacaciones, aguinaldo, jubilación, etc.), cívicos (voto femenino), la posibilidad real y concreta de ascenso social, acceso a la educación, asistencia sanitaria, le brindaron por primera vez a la gran masa trabajadora el derecho a ser considerada merecedora de una vida digna.

Las medidas implementadas durante los gobiernos de Perón hicieron del pueblo un leal y ferviente aliado y la memoria colectiva de ese pueblo resultó ser más poderosa que años de proscripción, represión y muerte. Aquellos hombres y mujeres que acompañaron con sus votos a Perón estaban convencidos que su lucha iba a ser victoriosa.

Los peronistas resistían, y lo hacían sin perder las esperanzas de ver regresar al General a su tierra y a su pueblo. La larga, tediosa y hasta agónica espera se prolongó casi 18 años.

Aquel líder, al que los sectores antipopulares le negaban legitimidad y pretendían abandonar en el oscurantismo, resultó reaparecer fortalecido a pesar de la distancia geográfica y el presunto olvido.

Argentina se despertó la mañana del 17 de noviembre de 1972 con una lluvia copiosa y la noticia tan ansiada se convertía en una realidad palpable. El General Juan Domingo Perón retornaba a la Argentina. La emoción se hacía sentir y la consigna "Perón vuelve" se transformó en realidad.

El sueño se había cumplido. El retorno era un hecho. Ese viernes, decretado asueto por Lanusse, miles de personas se movilizaron a Ezeiza para darle la bienvenida a Perón. Y a las 11:15, se abrió la puerta del avión y se asomó el General con sus 77 años a cuestas.

La alegría de los presentes y de quienes seguían la transmisión por radio y televisión era inconmensurable. PERON VUELVE, dejó de ser una bandera de lucha de millones de militantes para convertirse en una realidad.