La Nación quiere que Cristina oficialice la candidatura
Desde sus columnas de opinión reclama que se termine con el suspenso. Lejos están de decir que finalmente la presidenta bajaría en las encuestas y desistiría de la candidatura, como sostenían hasta hace pocas semanas. Ahora hablan de “pato rengo” de cara a 2015.
Inmediatamente después de la muerte de Néstor Kirchner los medios hegemónicos decidieron llamarse a silencio respecto del futuro político-electoral de la presidenta. Sabían que atacar a la primera mandataria en su reciente condición de viudez podía colocarlos más aún en la vereda opuesta de la opinión pública.
Con el paso de los meses y de a poco comenzaron a plantear la supuesta debilidad de Cristina ante el duro golpe que había significado la muerte de su compañero de vida. Sostenían que su estado de ánimo no le permitiría seguir al frente y mucho menos afrontar un escenario de reelección.
No tardó en sumarse a estos análisis la estrategia de instalar que la alta adhesión a Cristina en todas las encuestas respondía casi exclusivamente con el sentimiento que despertaba en el electorado la pérdida de un marido para una mujer, en este caso la presidenta. Pero que con el paso de los meses la efervescencia bajaría en paralelo al crecimiento de la oposición.
Como es sabido, nada de esto ocurrió. Pese a todos estos pronósticos Cristina ratificó su liderazgo al frente del gobierno nacional, se mantiene firme en las encuestas, y la oposición sigue con el “sin rumbo” que inauguró tras las elecciones legislativas de 2009, y que los mismos medios hegemónicos comenzaron a poner de relieve en las últimas semanas, casi como el reto que le da el padre a un hijo que no hace las tareas escolares.
Corridos por la realidad (y ante algunos resultados electorales en las provincias), los columnistas adecuan sus artículos periodísticos pero con planteos un tanto irrisorios. Ahora dicen que Cristina está “condenada a buscar su reelección”. Así lo señala hoy Fernando Laborda en su habitual columna del diario La Nación , al señalar que la presidenta deberá anunciar su candidatura luego de que Macri defina si será candidato a la presidencia o a la jefatura de Gobierno porteño.
“En sus últimas apariciones públicas, se encargó de sembrar una atmósfera de misterio en torno de su candidatura… Todo forma parte de una operación tendiente a aumentar el suspenso y crear la sensación de que su candidatura será la consecuencia de un clamor popular antes que el fruto de una ambición personal” dice Laborda en una nueva cruzada.
Ahora, según el periodista, resulta que “Cristina Kirchner no está en condiciones de abandonar el rol de heredera del liderazgo de un movimiento que, a juicio de ella y de su grupo referencial, trasciende al propio peronismo. En la concepción de poder del grupo gobernante, sólo Cristina puede ser la depositaria de ese legado, cuyo dueño final será la nueva generación de militantes K a la que tanto alabó la Presidenta tras la muerte de su esposo”.
Las dudas de la candidatura a la reelección dejaron de estar basadas, según Laborda, en cuestiones concretas de la coyuntura sino que se trasladaron en el tiempo unos tres años: “La dificultad de gobernar sin contar con la chance de una segunda reelección, prohibida por la Constitución, con la posibilidad de convertirse en un "pato rengo", como llaman los norteamericanos a aquel presidente que atraviesa la última etapa de su gestión sin poder sucederse a sí mismo”; cosa que podría llegar a suceder en 2015.
Casi a contramano de lo que venía pronosticando la prensa denodadamente critica al gobierno, se plantea ahora que “la virtual beatificación de Néstor Kirchner es un indicador más de que el operativo para la rutinización del liderazgo kirchnerista y la reelección de su heredera sigue vigente. A menos que se produzca un abrupto cambio de tendencia, que dé cuenta de una derrota inexorable, nada hace presumir un escenario con otro postulante presidencial en el oficialismo”.